Angel Noel

martes, 22 de marzo de 2011

LA PRINCESA Y TLEYOTL













LA PRINCESA Y TLEYOTL




RODRÍGUEZ BARRERA ÁNGEL NOEL



























En la época mexica, en el imperio Acuautla;  imperaba un rey de nombre Itzcuauhtli, este rey era muy querido por todo su pueblo, ayudaba al que mas era necesitado, no tenia pobres ni enfermos, daba paz al intranquilo.  El rey conoció a una buena mujer, ella se llamaba: Cuaucihuatl, ella era hermosa, piel morena con el pelo muy largo, de estatura alta y muy valiente ya que no se dejaba por nadie. Antes de que el rey gobernara Itzcuauhtli y Cuaucihuatl se casaron, era la pareja mas enamorada del pueblo mexica, iban con la luna para que ella fuera testigo de su gran amor, miraban apasionadamente la laguna que rodeaba el imperio de este aclamado rey. Al poco tiempo después de convertirse en reyes, quisieron tener un hijo pero no pudieron al verse desesperados,  fueron a rogarle a la luna para que les ayudara a tener un hijo, la luna pensante dijo: y yo ¿que gano en darles un hijo?, pregunto la luna, por lo que los reyes contestaron: te haremos altares y por siempre te bendeciremos, como nuestra gran diosa y emperadora mexica, de nuevo la luna se quedo pensante y al pasar unos minutos dijo: y ¿si no quiero darles un hijo?, el rey confuso dijo: si así lo prefieres, la tomare, y la amaremos. La luna comenzó a hacer un conjuro y les entrego una rosa blanca, después les dijo: ten esta rosa que representa mi bondad y belleza, cuando esta rosa se marchite y se apague su belleza, deben venir y enterrarla debajo de mi posición, yo en ese momento daré a la luz a tu hija, la llamaras: Citlalin será la princesa de la luna. Dicho esto la luna se fue tras la llegada de las nubes. Los reyes agradecidos se fueron contentos al trono, pasaron 7 meses y en una noche brillante, cuando la luna era aun más brillante que otras noches, la flor se marchito, sus hojas caídas y sin vida le dieron aviso a los reyes para que fueran a la montaña donde posaba la luna, a su vez la reina tenia contracciones y caminaba muy despacio, los reyes al ver la flor marchita y sin vida, se alegraron y corrieron hacia la montaña, con ellos llevaban a la flor que pedía ser enterrada con su gran tristeza. Los reyes llegaron al aposento de la luna que emocionada miraba a los reyes y a la flor que también iba. La luna les dijo: ¡Muy bien! Deben enterrar a la flor justamente aquí, la luna les señalo la posición, al mismo tiempo que la reina tirada en el pasto, empezó a pujar. Cuando la flor se coloco en la tierra y se le dio agua que con sed, se lo devoraba, también nació su hija y con su primer chillido dio señal de vida. La luna con una alegría, dijo: ella es mi hija y la flor simboliza su belleza, si la flor muere, la princesa también lo hará. Los reyes agradecidos, se fueron con mucha alegría, ya que la princesa había nacido. Paso el tiempo, horas, días, meses, años. Hasta que la princesa Citlalin se volvió mayor y se hizo en la prometida del príncipe: Tlecoatl, el príncipe era apuesto que toda mujer soñaba, además de que era un espadachín de los mejores guerreros que tenía el imperio Acuautla lo malo de este príncipe es que era arrogante y ambicionaba el poder. En ese entonces también existía; un famoso ratero, aventurero, apostador y que iba de imperio en imperio, ese ratero se llamaba: Tleyotl, este guerrero de corazón aventurero, se acomodo en el reinado de Acuautla. El creía que el amor era para tontos y se dedicaba a tener muchas mujeres. Pasaron unos días y un Viernes, en una fiesta que realizaba el rey Itzcuauhtli en el imperio en honor a la luna, el pueblo se reunió alegremente y comenzaron a bailar el rito para adorar a su diosa. En ese baile el príncipe Tlecoatl, saco a bailar a la princesa para dar a conocer que era su prometida, en ese momento cuando bailaban el aventurero Tleyotl, hizo su llegada con aplausos a los comprometidos príncipes. El príncipe enfadado desenfundo su espada y dijo: a pelear Tleyotl, que aquí mismo moriras, Tleyotl, sonriendo esquivo uno de los ataques y corrió hacia la princesa, la tomo de la mano y se la llevo por la fuerza. Los reyes dijeron: espera Tleyotl, dejaremos que te vaya pero a Citlalin déjala con nosotros, no te la lleves, Tleyotl sonriendo no hizo caso y se la llevo. Llegaron a la montaña donde vivía Tleyotl, a decir verdad era un lugar extraño, era una cueva por donde se asentaba la luna, en esa noche especial a la luna le brillaban los ojos. La princesa al llegar a la cueva, se asusto mucho, no sabía dónde estaba, de repente una voz a lo lejos le dijo: Este es mi dulce hogar, le llamo el hogar de los aventureros. La princesa sorprendida solo callo y comenzó la lagrima a salir de los hermosos ojos de la princesa. Angustiado Tleyotl le dijo a la princesa: princesa mía, no me tengáis miedo que no te hare daño, solo soy un aventurero que vive la vida, mas no un monstruo que se come a las valientes guerreras. Y la princesa limpiándose las lagrimas, ¿y todo lo que han dicho de ti?, Tleyotl le respondió: ¿Qué han dicho de mí?, ¿Qué soy asesino?, por la luna, solo soy amante de la mujer, aunque si he matado, pero jamás matare mujeres. La princesa se levanto y dijo: ¿Qué quieres de mí?, y Tleyotl se le acerco y con una suave voz dijo: de ti nada, yo no te traje a mi voluntad, créeme, haberte traído fue tan arriesgado y por poco pierdo la vida, yo vengo de la nada, a voluntad de la luna, me pidió que te trajera a este lugar, si por mí fuera yo no te hubiera traido, por cierto, eres muy hermosa, tal y como te describió la luna: con pelo largo ondulado, blanco, piel morena, ojos tan redondos y de un color obscuro que representa la noche en que naciste. La princesa conmovida le pregunto: la luna ¿todo eso te dijo de mí?, dice mi mama que ella es mi mamá, ¿tú lo crees?, Tleyotl le dijo: sí a mi igual me lo ha comentado, en verdad tiene razón, eres tan bella como la propia luna… En eso se escucharon los gritos del príncipe y del rey. Por lo que la princesa corrió a ver a su papá y su prometido, tras ella también salió Tleyotl. La princesa le dijo a su padre que estaba bien, que no se preocupara, el rey se llevo a la princesa al castillo. Mientras tanto el príncipe y Tleyotl se quedaron platicando,  ¿Qué quieres de la princesa Tleyotl?, nada pero la luna me ha pedido que la proteja de ti y eso ¡hare! El príncipe burlándose de Tleyotl, le dijo: ¿protegerla de mí? La luna no existe, es decir, ¿Cómo es que te hablo? Se supone que solo le habla a los sacerdotes y reyes, mas no ha gente que se dedica a robar y a llevarse a las mujeres, debería ¡matarte!, Tleyotl se hizo hacia atrás y se fue hacia el camino que conducía a la luna. Pasaron los días y la princesa impaciente quería volver a ver a Tleyotl, es que le causaba un gran misterio, ya que no sabía nada de él, en una noche, la princesa decidió salir a dar la vuelta en los jardines del imperio, se encontró una flor color violeta muy extraña, cuando de pronto vio salir a un jaguar, la princesa no supo qué hacer, la princesa decidió correr cuando de pronto hoyo una voz que decía: quieta no te muevas, el jaguar empezó a brillar a flotar y de pronto se convirtió en un humano, era Tleyotl, la princesa se quedo asombrada, no supo que decirle. Así que Tleyotl le dijo: Soy Tleyotl, “corazón de fuego” guardián de la noche que cubre su espalda día con día… Sí como lo oyes, tu mama la luna me encomendó la misión de protegerte y anteriormente todo debía ser un secreto o yo moriría… La princesa le pregunto: ¿Cómo es posible?, Tleyotl angustiado respondió: Hace dos años aproximadamente, me toco ir a una guerra florida contra los Tlaxcaltecas, recuerdo que pelee y mate como a diez hombre o puede que mas, cansado me enfrente con dos más, cuando le enterré la espada a uno, el otro guerrero por la espalda me enterró su espada, dándole al corazón, al instante morí… la princesa fascinada le dijo ¿y cómo es que sigues vivo?, Tleyotl le siguió contando: al llegar la noche, mi espíritu resignado por haber perdido, fue a despedirse de su cuerpo cuando escucho una voz tierna, es decir, en ese momento me hablo la luna, yo estaba incrédulo, ella me dijo que me podía dar una oportunidad para continuar con vida, siempre y cuando aceptara un trato que debía quedarse en secreto, por lo que yo acepte, ella me siguió diciendo: tu nuevo labor es cuidar a la princesa Citlalin del imperio Acuautla, ella es mi hija y no la dejare desprotegida y menos ahora que el príncipe Tlecoatl quiere conquistarla para quedarse con el poder de ese imperio que ha sido el mejor imperio visto en los mexicas, no dejaras que le haga daño… ¿te quedo claro?, por cierto no quiero que se entere la princesa de tu misión o ¡morirás! Para que veas que soy tan buena, dejare que reencarnes en un jaguar hermoso y fuerte, en las noches podrás transformarte en guerrero y así a diario la protejas en su balcón. Desde entonces te he protegido, solo que me vi obligado a decírtelo, al estar lado suyo, sin que usted lo note mi princesa, yo me he sentido tan feliz, solo de pensar que usted podría voltear a ver un guardián enamorado. La princesa sonrió y dijo -¿enamorado de mi? Pero si aun no me conoces, o es que hoy en día es la moda enamorarse del físico de las personas. Tleyotl se quedo pensante y después le dijo- no es el físico, sino su forma de ser, porque aunque usted no sepa nada de mí, yo sé quien es realmente usted, llevo algunos mese cerca suyo, conociéndola, además el corazón es quien escoge de quien enamorarse, mas no mi ¡mente!...-  La princesa, poniéndose roja y con la cara seria dijo – yo no sé lo que siento por usted, es que yo aun no lo conozco muy bien que digamos, además…-  es interrumpida por la voz de Tleyotl- Entonces conóceme que aun hay ¡tiempo!- por lo que la princesa dijo –no lo sé…- y Tleyotl le volvió a decir   -¿ sabes una cosa princesa?, la ventaja de ser jaguar; es que siempre la voy a esperar, porque siempre voy a ser suyo. Entonces la princesa le dijo –Tleyotl  no me digas nada, es que apenas me comprometí y lo sabéis, ¿cierto?, y enamorarme de usted sería un error fatal.  Tleyotl, no pensó callar y siguió diciéndole –Princesa déjelo todo, huyamos a otro imperio donde nadie sepa de nosotros, dejemos que la luna nos lleve y cumplamos el deseo de este amor. La princesa preocupada dijo –lo que me pides es demasiado, además no defraudare a mi padre y aun no estoy segura de lo que siento por usted, estoy confundida. –mi princesa dejare que lo piense, todo el tiempo que tu quieras, yo esperare porque la amo. Tleyotl decidió irse, se fue entre los árboles que están debajo del ventanal del cuarto de la princesa, mientras tanto la princesa observo a la luna, dijo –mamá: ¿Qué debo hacer?, aun no se lo que siento por Tleyotl, sino lo conozco pero me agrada y mucho, es un caballero muy atractivo y muy noble, a pesar de lo que dicen de él. La luna le contesta –hija mía, sigue el consejo de una vieja sabia y sin pensar en nada, escucha a tu corazón, tus pensamientos y emociones, coloca en una balanza al príncipe y a Tleyotl y pesalos con las emociones y sentimiento que sientes por cada uno, guíate por el que pese más, debes recordar que al príncipe tampoco lo amas, yo lo he visto en tu corazón y ni te gusta, sabes bien que si te comprometiste con el príncipe, solo fue por quedar bien con tu padre. Esto es lo que te dice una vieja sabía. –gracias mamá, seguiré tu consejo. La princesa se fue a dormir, mientras que su mamá, la luna desapareció entre las nubes. Asi pasaron los días y ni el príncipe y ni Tleyotl aparecieron, ese tiempo fue oportuno para que la princesa meditara las cosas. En una noche cuando la princesa fue a regar con agua a la flor que le diera vida por siempre… a lo lejos la princesa alcanzo a percibir a un jaguar peleando contra un caballero y observando como la espada del guerrero le corto una oreja al jaguar, el jaguar corrió huyendo del caballero y este a su vez al no alcanzar al jaguar decidió dar media vuelta e irse rápidamente. La princesa asustada corrió a ver al jaguar, ya que ella es amante de los animales, hasta que por fin encontró al jaguar, al ver bien, se dio cuenta que era Tleyotl, ya que él estaba sentado en una piedra con el pedazo de la oreja en la mano…              
  -¿Tleyotl?  … -¿princesa?, ¿qué hace usted aquí mi princesa?... –Nada, solo ¡regaba mi flor!... –o que bien, su flor es hermosa igual que ¡usted!... la princesa sonrojada y sonriendo 
-¡gracias pero no digas mas mentiras!... Tleyotl se levanto, tomo de la mano a la princesa y se la llevo al palacio.  –Tleyotl, gracias por traerme, me la pase a gusto, me es muy agradable tu compañía, aunque se me quedo la duda y quiero que me la resuelvas…
 -princesa, mi princesa, será un placer… -entonces quiero que me digáis ¿quién era el caballero con el que peleabas?... Tleyotl se quedo pensativo, entonces dijo –Mi princesa no era nadie, un sujeto sin importancia… -¿Nadie?, por poco acaba con tu vida, mi guardián, sabes que eso no me gustaría que pasará… -princesa, eso me suena a preocupación, ¿Qué siente por mí?... –solo siento un agrado, solo eso, además no me quiero quedar sin mi guardián… -Princesa si solo es agrado, ¿entonces por que corrió a verme y no a el?... –es simple, pensé que eras un jaguar cualquiera, mas no tú, yo detesto que maltraten a los animales, quiero que sepas que no me gustaría perderte, porque eres mi mejor amigo… 
-entonces mi princesa, ¿aun piensa casarse con el príncipe?... –por supuesto, la oferta aun no se ha retirado y mientras no se retire, yo cumpliré con mi palabra… - pero yo se que no lo quieres, me lo ha dicho tu mamá, se que sientes mucho mas por mí que por el, yo podría asegurarle que me ama, lo veo en sus ojos y lo nerviosa que se pone cuando habla conmigo… -Tleyotl esta platica me incomoda, será mejor que me vaya, ¡adiós!... entonces Tleyotl, le tomo la mano, la miro fijamente a los ojos, se acerco a ella y entre el sonido de sus respiros tan fuerte, con desesperación, se dio el gran beso anhelado por los dos, un beso apasionado con ternura. Al ver esto la luna les sonrio e ilumino con un rayo de luz sus figuras y les dijo –¡vivan felices hijos míos! … era un beso salvaje de un corazón de fuego y una sutil princesa que ama el concepto del amor. Enseguida del primer beso, la princesa corrió a su cuarto sin decir palabra alguna y Tleyotl se fue entre suspiros. La princesa al meditar, se dio cuenta que amaba a su valiente guardián, por lo que decidió verlo todas las noches antes de su boda, cerca del templo mayor que era su lugar de encuentro.

UN DIA ANTES DE LA BODA…

Tleyotl como todas las noches, recogió a la princesa por el ventanal que avistaba todo un gran paisaje, que como siempre iban a su lugar predilecto, donde se encontraba la flor brillante. Al llegar a la montaña donde posaba la luna, Tleyotl y la princesa hicieron un apasionado juramento, con la mano derecha palpando la otra mano derecha. Tleyotl fue quien inicio: -pase lo que pase, juro por mi vida y ante la luna tu mamá que es testigo, te voy amar día y noche por toda la eternidad que nuestras almas puedan llegar a existir, te voy a amar por sobre todas las cosas y que mi corazón de fuego se apague al ver tu luz inexistente y si se trata de vivir en la otra aventura, que sea la luna nos guie para continuar nuestro gran amor… al decir esto y callar para escuchar las palabras de su dulce princesa, entonces la princesa dijo –Amor mío, enviado por mi madre la luna, juro por mi vida y que la luna sea testigo de que jamás permitiré que tu corazón de fuego se apague porque mi amor será por siempre, hasta que mi vida deje de existir, si yo me fuera primero, juro que siempre esperare tu llegada que sé que mi mamá te guiara hacia mí… Dicho esto, el juramento se cello un gran beso, un beso que los llevaría hacia la muerte, ya que en ese momento llego el príncipe despiadado con veinte hombre más, portaba un escudo pesado y una gran espada filosa. –traidora, te di mi fe y  amor, con esto ¿me pagas?... la princesa sin decir mucho le contesto – porque yo no te amo, mi corazón se enamoro de otro ser, se enamoro de Tleyotl y te pediría que nos dejéis en paz, déjanos vivir el amor que sentimos… El príncipe se enfureció aun más al escuchar las palabras de la princesa, desenfundo su espada y dijo –caballeros sujeten a la ¡princesa!, ahora si morirá Tleyotl… los caballeros obedecieron a su príncipe y sujetaron a la princesa, mientras Tleyotl se convirtió en jaguar y sin pensarlo mucho tiempo, salto sobre el príncipe, la pelea fue intensa, emocionante en una palabra sensacional, la pelea debió haber durado como media hora entre saltos, rasguños y cortadas, el jaguar ya cansado hizo un salto grande y veloz pero no lo suficiente para morderlo antes de que la espada atravesara su corazón de manera desgarradora, Tleyotl al caer miro con una pasión, por última vez a su princesa y con un fuerte respiro, el jaguar murió. Tras ver esto, la luna muy enfadada, envió a treinta y cinco jaguares a matar al príncipe y a los demás guerreros, quienes al ser sorprendidos por la gran manada, fueron muriendo de a rápido sin dejarlos siquiera respirar. La princesa esa misma noche al ver a su guardián y guerrero muerto, se dirigió hacia la flor que le dio vida en su poca existencia, la desenterró y la llevo a lado de su amado, se acostó y la luna al ver lo que sucedía, decidió quitarle la luz que mantenía con vida a la flor, la flor al poco rato se marchito y la princesa murió de una manera apasionada, con un último beso y un te amo a su amado, por fin con un gran respiro, ella se nos fue. Pensar que ella se casaría, no fue así, ella murió una noche romántica que se vistió de gala para hacerle adorno a este gran amor. Al llegar la mañana, los reyes encontraron a su hija muerta a lado de su amado, tristemente se la llevaron a su fúnebre entierro. Pasaron un par de años y la luna tomo una decisión importante ya que decidió darles la oportunidad a los reyes para que pudieran tener a un hijo varón, el hijo que deseaban tener los reyes.
Así que con los acontecimientos felices, la princesa y Tleyotl en la eternidad fueron felices ¡para siempre!

viernes, 18 de marzo de 2011

¿Qué es la revolución?



Revolución es el cambio o transformación radical y profunda respecto al pasado inmediato. Se puede producir en varios ámbitos al mismo tiempo, tales como económicos, culturales, religiosos, políticos, sociales, militares, etc. Los cambios revolucionarios, además de radicales y profundos, y sobre todo traer consecuencias trascendentales, han de percibirse como súbitos y violentos, como una ruptura del orden establecido o una discontinuidad evidente con el estado anterior de las cosas, que afecte de forma decisiva a las estructuras. Si no es así, debería hablarse mejor de una evolución, de una transición o de una crisis. Si lo que falta es su carácter trascendental, debería hablarse mejor de una revuelta. Las revoluciones son consecuencia de procesos históricos y de construcciones colectivas, para que una revolución exista es necesario que haya una nueva unión de intereses frente a una vieja unión de estos.



























Revolución económica es el cambio drástico, súbito y violento (requisitos para hablar de cualquier revolución) de las condiciones en que se lleva a cabo la produccióndistribución yconsumo de los bienes y servicios, es decir, del conjunto de la economía. Particularmente se aplica a los cambios tecnológicos, por lo que suele identificarse o restringirse a la revolución tecnológica, aunque el concepto es más amplio.
Históricamente se distinguen dos grandes revoluciones económicas:
  • la Revolución Industrial, que fue la que primero se definió, por analogía conceptual con la Revolución francesa;
  • y la Revolución Neolítica, por similitud con la industrial en cuanto a lo decisivo en cuanto al cambio que produce en la forma de vida de la humanidad.
Que los cambios que supusieron sean drásticos y trascendentales es obvio, pero que fueran súbitos cuando ocurren en un espacio de tiempo de siglos o de milenios según el caso, merece explicación: la irrupción del maquinismo fue percibida por la generación que lo sufrió como algo que irrumpió en sus vidas de la noche a la mañana, y tan violenta que suscitó oposiciones como la del luddismo. El ritmo en el transcurso del tiempo histórico ha de medirse en relación con otros cambios, como por ejemplo la evolución de la industria lítica durante elPaleolítico. En esos términos, para cada lugar afectado, y a pesar de lo que pudiera tardar la difusión de la agricultura y la ganadería, la innovación nunca sería un fenómeno de larga duración.
Cada uno de los cambios de las sucesivas revoluciones industriales, hasta la actualidad, se han considerado revolucionarios.













Poema Revolución de Gonzalo Arango


Una mano
más una mano
no son dos manos
Son manos unidas
Une tu mano
a nuestras manos
para que el mundo
no esté en pocas manos
sino en todas las manos

Que cada uno cumpla su jornada
Dejen al proletariado
lo que la historia
le mandó
hacer.
La clase obrera definirá.
Nada
podrá prevalecer
contra la clase obrera
todo lo derrumbará

y un mundo de luz
aparecerá
necesariamente.
¿Quién nos podrá contener?
¿Qué podemos temer?
¿Puede el silencio
apagar
la tormenta de los cañones?
¿Puede una chispa
levantarse
contra una hoguera?
¿Cómo el silencio

va a acallar
el estruendo?
El martillo
lo enarbola la clase obrera

es la lucha
¡Que cada uno cumpla su jornada!

Necio
es querer
destruir
la materia.